La noche del último fin de semana marcó un giro inesperado en el ambiente nocturno de esta ciudad, cuando un reconocido propietario de un boliche bailable fue aprehendido tras denuncias de abuso sexual. La situación ha causado conmoción entre los trabajadores del local y los habitantes de la ciudad, quienes están a la expectativa del desarrollo de los acontecimientos.
Todo comenzó con un posteo en las redes sociales que rápidamente se viralizó. Una joven empleada del boliche ubicado sobre ruta 8 y Alvear, decidió romper el silencio y compartir su experiencia. En su declaración, la víctima relató una serie de acontecimientos perturbadores que tuvieron lugar en el baño del local. "Quiero hacer una descarga sobre algo que me sucedió... me encerró en el baño y empezó a tocarme sin mi consentimiento mientras yo le decía que no quería", comenzó narrando, ensombreciendo la reputación del empresario y revelando un temor que, según ella, muchos compartían.
La joven, que trabaja en el local desde marzo, explicó que el incidente ocurrió en la madrugada del domingo, cuando mientras esperaba su turno para usar el baño, el propietario la empujó al interior. Su relato es desgarrador: “Él se empieza a sacar el pantalón y el bóxer... Al empujarlo logré abrir la puerta y salir”, manifestó, añadiendo que necesitó buscar la protección de sus compañeros para sentirse a salvo tras la agresión.
A pesar de haber compartido su historia inicialmente en redes sociales, la joven no se detuvo ahí. Al día siguiente, decidió llevar su relato al Ministerio Público de la Acusación (MPA), adonde presentó formalmente su denuncia. Esto llevó a la aprehensión del empresario, que actualmente se encuentra en la Comisaría Segunda, a la espera de las audiencias imputativa y cautelar programadas para los próximos días. Fuentes de la Fiscalía confirmaron que la situación procesal del acusado se determinará pronto.
Aunque hasta ahora solo se ha registrado una denuncia formal, hay rumores de que otras posibles víctimas se estarían preparando para sumarse al proceso. “Después de lo que me sucedió, me enteré de que ya habían pasado otros casos; varias chicas, incluso algunas menores de edad, se pusieron en contacto conmigo”, expresó la joven, destacando la importancia de hablar y visibilizar situaciones de abuso que han sido silenciadas por mucho tiempo.
La comunidad de Venado Tuerto observa de cerca cómo se desarrollan estos hechos y anticipa la respuesta de la justicia ante una acusación que podría abrir la puerta a otros casos ocultos. La lucha contra el abuso sexual se convierte así no solo en el testimonio valiente de una joven, sino en una reflexión colectiva sobre el respeto, la seguridad y la dignidad en los espacios laborales y de esparcimiento.
Los próximos días serán clave en este proceso, donde se espera que la audiencia no solo defina la situación del acusado, sino que también sirva como un espacio para que otras voces se escuchen y se haga justicia.