En una reciente serie de reuniones impulsadas por el gobierno local, se ha comenzado a discutir un aumento del 13 % en las tarifas de taxis y remises de la ciudad. Este incremento, que se esperaba para esta época del año, surge de la necesidad de actualizar los costos de operación del servicio, de acuerdo a la fórmula polinómica que regula estas tarifas.
El subsecretario de Movilidad Urbana, Eugenio Bernabei, explicó que la propuesta consiste en incrementar la bajada de bandera a 1.000 pesos y la ficha cada 100 metros a 120 pesos, en lugar de los 1.020 pesos y 113 pesos que establece la fórmula polinómica. Con estos cambios, un viaje de 20 cuadras pasaría a costar aproximadamente 3.400 pesos, en comparación con el costo actual de 2.800 pesos.
Desde el inicio de la gestión del intendente Leonel Chiarella, se ha promovido un enfoque consultivo que incluye ocho encuentros con todos los actores involucrados: taxistas, propietarios de remises y choferes. Aunque existen voces que se oponen al aumento y prefieren mantener las tarifas actuales, la mayoría ha coincidido en la necesidad de ajustarlas a la realidad económica.
La ordenanza 4459, sancionada en 2014, establece que las tarifas deben revisarse dos veces al año, considerando factores como la amortización del vehículo, el costo del combustible y otros insumos esenciales para el funcionamiento del servicio. Este enfoque busca equilibrar las necesidades de los profesionales del transporte y las expectativas de los usuarios.
La implementación del nuevo tarifario está aún en discusión, y se espera llegar a un consenso que refleje tanto la realidad del costo del servicio como el sentir de la comunidad.