La Municipalidad de Venado Tuerto ha procedido a la clausura de una residencia-pensión ubicada en la calle Argonz al 200, en el barrio Alejandro Gutiérrez, tras detectar una serie de irregularidades que comprometen la seguridad y el bienestar de sus residentes. La medida, ejecutada tras un período de advertencias y sin que se lograra la regularización de la situación, responde a la falta de una definición clara del rubro comercial, el hacinamiento y la convivencia de personas con diversas necesidades y condiciones, según informaron fuentes municipales.

El Juzgado de Faltas de Venado Tuerto, a través de su titular, Stéfano Quaglia, confirmó que el establecimiento operaba de manera irregular, funcionando como una especie de alojamiento transitorio o pensión, sin contar con la habilitación correspondiente para albergar a la diversidad de personas que residían en el lugar. “Se procedió a la clausura de un establecimiento que no lo podemos catalogar como hogar de adultos mayores porque había personas allí residiendo por distintos motivos. Era una especia de alojamiento transitorio, de pensión”, explicó Quaglia.

La residencia-pensión albergaba a un total de 22 personas, incluyendo adultos mayores, personas con discapacidad física y mental, e inquilinos de paso, generando una dinámica compleja y potencialmente conflictiva. Esta heterogeneidad, sumada a la falta de adecuación de las instalaciones, motivó la intervención municipal.

Advertencia

Según lo manifestado por las autoridades, a fines de abril se otorgó al propietario un plazo de tres semanas para reubicar a los inquilinos, antes de proceder a la clausura definitiva del inmueble. Sin embargo, este plazo no fue aprovechado para subsanar las deficiencias y regularizar la situación.

Quaglia destacó los esfuerzos realizados por el municipio para facilitar la habilitación del lugar, pero lamentó la persistencia de problemas y denuncias cruzadas entre los residentes. “Desde el municipio se hizo el intento para que regularicen la situación y que el lugar quede habilitado, pero había muchos problemas entre terceros. Había muchas denuncias cruzadas entre distintas personas, y era un poco incompatible todo lo que se generaba ahí dentro por el mix de personas que convivían”, señaló.

Hacinamiento

Uno de los principales motivos que llevaron a la clausura fue el exceso en el factor ocupacional, que superaba la capacidad permitida para garantizar una calidad de vida digna a los residentes. “Había un exceso en el factor ocupacional. No contaba con el espacio adecuado para que las personas tengan calidad de vida y puedan vivir de manera digna. Y la persona que estaba a cargo no bajó la población que tenía el lugar. Producto de toda esta situación, definimos la clausura”, enfatizó Quaglia.

Además, se constató que las instalaciones, en particular los baños, no estaban adaptadas para las necesidades de los adultos mayores, lo que evidenciaba la falta de adecuación del establecimiento para funcionar como un hogar geriátrico, a pesar de la presencia de personas de la tercera edad entre sus residentes.

“En el lugar había adultos mayores, pero (el propietario) no intentó hacer la habilitación bajo ese rubro, sino como una residencia común. Pero por distintas deficiencias procedimos a la clausura, entre ellas, la característica que tenían los baños, los cuales no estaban adaptados para los adultos mayores”, concluyó el jefe del Tribunal de Faltas.

Control

La clausura de la residencia-pensión en la calle Argonz pone de manifiesto la necesidad de un mayor control y regulación de este tipo de establecimientos, con el fin de garantizar el bienestar y la seguridad de las personas más vulnerables que residen en ellos. Se espera que las autoridades municipales continúen trabajando en la fiscalización y el ordenamiento de este sector, a fin de evitar que se repitan situaciones similares en el futuro.

La faja de clausura fue colocada en el ingreso a una de las habitaciones, simbolizando el cierre de un capítulo irregular y la apertura de un proceso de reflexión sobre la atención a los sectores más desprotegidos de la comunidad.