Una creciente ola de amenazas de bomba ha sumido a la comunidad educativa de Venado Tuerto en un estado de constante tensión y preocupación. Durante la mañana de este viernes, se registró un nuevo episodio de amenaza de bomba, esta vez dirigida al Colegio Anexo del Nacional n.° 1 “Ricardo Alfonsín”, ubicado en la intersección de las calles Alem y Gaspar Di Martino. Este incidente se suma a una serie de intimidaciones que han afectado principalmente al Colegio Nacional n.° 1 a lo largo de la semana, generando un clima de incertidumbre y temor entre estudiantes, docentes y padres.

Según fuentes de la Región VII de Educación, la amenaza llegó a través de una llamada telefónica que alertaba sobre la presencia de un artefacto explosivo en el Colegio Anexo. De inmediato, se desplegó un amplio operativo de seguridad con una fuerte presencia policial. El edificio fue evacuado en su totalidad, permitiendo que los equipos especializados realizaran un minucioso rastrillaje en cada rincón del establecimiento en busca del supuesto explosivo.

Paralelamente, el propio Colegio Nacional n.° 1, situado en el centro de Venado Tuerto, también habría recibido otra amenaza durante la misma jornada. Esta nueva intimidación obligó a las autoridades a evacuar a los pocos alumnos que se encontraban en clases en ese momento. La escena frente al emblemático colegio se repitió: presencia policial, agentes de tránsito municipal y personal de bomberos, todos trabajando para asegurar el perímetro y garantizar la seguridad de la zona.

 

Una semana marcada por la tensión y el temor

La semana que culmina ha estado signada por la angustia y la incertidumbre en la comunidad educativa del Nacional n.° 1. Además de las amenazas de bomba, se han registrado otras intimidaciones, incluyendo la mención de la posibilidad de un tiroteo en el interior del establecimiento. Esta situación ha generado una profunda preocupación entre padres, madres, alumnos y personal docente.

Ante la gravedad de la situación, padres y madres se reunieron con autoridades escolares y representantes de las fuerzas de seguridad, quienes intentaron transmitir tranquilidad y garantizar las condiciones de resguardo para todos los miembros de la comunidad educativa. A pesar de los esfuerzos por mantener la calma, la asistencia a clases ha sido notablemente baja en ambos turnos, y se ha dispuesto que las inasistencias sean justificadas para evitar perjudicar a los alumnos afectados por el temor y la incertidumbre.

Desde la Asociación del Magisterio de Santa Fe (Amsafé), se había solicitado formalmente la suspensión de las actividades escolares hasta que se pudiera asegurar la total seguridad en los establecimientos educativos. Sin embargo, hasta el momento, el Ministerio de Educación de la provincia ha optado por mantener las clases, reforzando las medidas de prevención y seguridad en las escuelas.

 

La Justicia investiga el origen de las amenazas

La justicia ha tomado cartas en el asunto y se encuentra llevando a cabo una exhaustiva investigación para determinar el origen de los llamados intimidatorios. Según fuentes cercanas a la investigación, se han realizado allanamientos en la provincia de Buenos Aires, específicamente en la ciudad de Moreno, desde donde se presume que habrían provenido las comunicaciones amenazantes. Durante estos operativos, se secuestraron varios teléfonos celulares que podrían estar vinculados a las primeras llamadas. Sin embargo, hasta el momento, no se han producido detenciones.

 

Las amenazas se extienden a otros establecimientos educativos

La ola de amenazas no se ha limitado al Colegio Nacional n.° 1. En las últimas horas, las intimidaciones se extendieron a la Escuela n.º 584 “Raúl Ricardo Alfonsín”, que durante muchos años funcionó como anexo de la Escuela n.º 446 “Juan Bautista Alberdi”.

Según las primeras informaciones, la amenaza a la Escuela n.º 584 llegó a través de una comunicación directa a la central del 911, donde se alertaba sobre la presencia de una bomba en el edificio ubicado en Alem y Di Martino. Al igual que en los casos anteriores, se activó de inmediato el protocolo de evacuación para permitir que los especialistas en explosivos realizaran una exhaustiva búsqueda en el establecimiento.

Tras la requisa, que resultó negativa, se decidió retornar a las aulas para continuar con el dictado de clases. Sin embargo, la tensión y el temor persisten entre los alumnos y el personal docente.

 

El Ministerio Público de la Acusación avanza con la investigación

El Ministerio Público de la Acusación (MPA) ha tomado un rol protagónico en la investigación de esta serie de amenazas. Los fiscales a cargo del caso están trabajando para determinar si existe alguna vinculación entre las diferentes comunicaciones intimidatorias que han afectado a los establecimientos educativos de Venado Tuerto.

En el marco de esta causa, se realizaron dos allanamientos en la ciudad de Moreno, provincia de Buenos Aires, donde se secuestraron cuatro teléfonos celulares que podrían estar relacionados con las primeras llamadas. El análisis de estos dispositivos será crucial para identificar a los responsables de las amenazas y determinar sus motivaciones.

La comunidad educativa de Venado Tuerto se encuentra en estado de alerta y espera con ansias que las investigaciones lleguen a buen término y que los responsables de estas amenazas sean identificados y llevados ante la justicia. Mientras tanto, las autoridades escolares y policiales continúan trabajando para garantizar la seguridad de los estudiantes y el personal docente, y para devolver la tranquilidad a una comunidad que se ha visto profundamente afectada por esta ola de intimidaciones. La incertidumbre persiste, pero la esperanza de que la situación se resuelva pronto sigue latente en el corazón de cada venadense.

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Laboratorio de Analisis Clínicos

Mario Maestu