María Susana es un pequeño y tranquilo pueblo del departamento San Martín. Un episodio cuanto menos curioso es lo que ocurrió y que tuvo protagonista a un venadense: le faltan dos dedos y así lo descubrieron como autor de un robo.

María Susana es una localidad tranquila de 3.500 habitantes, emplazada al oeste del departamento San Martín, a una distancia exacta de 200 kilómetros de la capital provincial.

En la madrugada de este lunes feriado, esa paz y esa vida pueblerina se vio golpeada por un robo, tan particular como llamativo fue su desenlace.

La víctima fue la familia de Pablo Cingolani, propietario del supermercado Águila, en pleno centro de la localidad, en la esquina de Rivadavia y Moreno.

Un sujeto, que trabajó con una tranquilidad pasmosa, rompió el vidrio del frente del local, a las 5.45 del lunes, estando a menos de 400 metros de la comisaría local. Se metió en el edificio, tomó lo que había en las cajas registradoras y muy tranquilamente se fue hasta la oficina. De allí se hizo de la caja fuerte y salió del local caminando lentamente. Hasta se dio el tiempo para tomar una gaseosa.

En diálogo con este medio, Pablo Cingolani señaló: "Entraron al supermercado por la puerta principal. Fue a las 6 menos 10 de la madrugada. Rompió la puerta con una pala y no sé porqué no sonó la alarma. Fue a las dos cajas y se robó el sencillo y después entró a la oficia y con la pala arrancó la caja fuerte y se la llevó tranquilamente. Hizo todo caminando y solo".

El propietario del negocio familiar, que lleva adelante desde hace dos temporadas agregó: "Primero quiso robar en un quiosco y no pudo y pasó por el súper y se metió. Fue en pleno centro, es increíble. Hizo todo caminando, lo vimos todo en las cámaras. Nadie vio nada y nadie escuchó nada. Se fue con la caja fuerte con nuestros dos años de laburo, por las calles de María Susana, como si nada".

Por las imágenes de las cámaras, el sujeto iba encapuchado, con el rostro cubierto y unos guantes, supuestamente de látex, en sus manos.

 

Detenidos por la noche

A eso de las 22 de ese mismo lunes, tras un intenso trabajo de los efectivos de la comisaría local, la PDI y hasta del presidente comunal Omar Arce, que "se movió por todos lados", según afirmó Cingolani, dieron con los sospechosos. Un rato después, apareció gran parte del dinero, que ascendía a varios cientos de miles de pesos.

 

El detalle de los dedos

¿Cómo lo descubrieron? Al sujeto que rompió la puerta e ingresó al local para cometer el ilícito, le faltaban dos dedos de su mano, y en las cámaras se puede ver cómo el guante que llevaba puesto, delata el detalle.

Al dar con el dato, los efectivos policiales dieron con un grupo de albañiles de que trabajaban en la localidad y los detuvieron. Son oriundos de Venado Tuerto y pertenecen a una firma constructora que trabajaba en la localidad en la edificación de una vivienda.

Al respecto, Cingolani manifestó: "El tipo que ingresó, trabajó solo. Los otros no tienen nada que ver. Se cortó solo. Salvo que los otros tres le hayan ayudado a esconder el dinero."

El sujeto ocultó una parte de la plata en el interior de un auto y la restante debajo de unos ladrillos. Aún resta aparecer una parte del dinero sustraído. También se supo que el ladrón trató de reducir la caja fuerte prendiéndola fuego.

 

Fuente: El Trébol digital

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Mario Maestu