Por Darío H. Schueri – Desde Santa Fe

“A rey muerto, rey puesto”, reza el dicho popular atribuido a Felipe V. Es lo que el peronismo comenzará a llevar a la práctica tras el encarcelamiento de Cristina Fernández de Kirchner por corrupción en la conducción del Estado. 

La Corte Suprema de Justicia al ratificar definitivamente las condenas del tribunal oral y de la Cámara de Casación que sentenciaron por defraudación al Estado a Cristina Fernández de Kircher, no hizo más que cerrar un proceso político que venía en declive para la última exvicepresidenta del peronismo. Las encuestas le dan una altísima imagen negativa, y por eso en el 2023 hizo su último experimento político exitoso -a la postre un desastre- designando por Twitter (ahora X) como su edecán electoral a Alberto Fernández, buscando ahora fueros desesperadamente como postulante a candidata a diputada provincial por la Tercera Sección Electoral de Buenos Aires, donde ganaría hasta su chofer.

“El peronismo es una nostalgia como alternativa de poder, porque sencillamente carece de otro liderazgo. El declive de Cristina no tiene remedio”, escribe este domingo en La Nación Joaquín Morales Solá.

En Santa Fe, más allá de los documentos de forma expresando la indignación por el fallo de la Corte “convalidando un juicio irregular”, y la trastornada convicción de que se “ataca a la democracia” (cuando resulta todo lo contrario), el peronismo parlamentario guardó silencio en la última sesión del jueves pasado. 

El senador -y convencional reformador- por el departamento Castellanos, Alcides Calvo, aseguró que “respeta la decisión de la justicia”, y pidió “tratamiento equitativo para todos aquellos casos de corrupción política que se están analizando a nivel nacional”.

Ahora, Cristina está en las puertas de tres juicios orales más, dos de ellos por hechos de corrupción. Uno es por lavado de dinero en los hoteles de Hotesur y en los edificios de la empresa Los Sauces, de la familia Kirchner; el otro es por el caso de los cuadernos, y el tercer juicio refiere al memorando con Irán para “esclarecer la verdad” sobre los autores del criminal atentado contra la AMIA.

De todos modos, la penitenciaria salida de la escena electoral (no política, al menos por un tiempo) de Cristina Fernández de Kirchner, le presupone a La Libertad Avanza cambiar su eslogan “Libertad al kirchnerismo”, la vez que le genera un gran desafío: ahora el adversario -o aliado- del gobierno de Javier Milei será su propia gestión, ya no “los Kirchner”. 

Milei acaba de conseguir que la inflación baje al 1.5 % mensual (los países de la región tienen ese dígito, pero anual) aunque para la oposición, es fruto de que el consumo bajó por falta de poder adquisitivo y el dólar “está pisado”. Más allá que los economistas de un lado y del otro expliquen técnicamente sus teorías a favor y en contra, lo cierto es que está quedando atrás el tiempo en que los argentinos gastaban a mansalva los pesos antes de que los quemara el fuego de los aumentos de precios.

 

Pullaro y los tiempos de la justicia

Enterado de la resolución de la Corte Suprema de Justicia contra CFK, el gobernador Maximiliano Pullaro hizo honor al título de nuestra columna anterior: lamentó que hayan tenido que transcurrir 17 años desde que se inició la causa hasta que se produjo la sentencia. "Eso genera mucha tensión", admitió. Aún así, consideró que con el fallo se abre "una nueva etapa en la Argentina", para agregar que “lo de ayer fue justicia, no fue proscripción. Todos hubiésemos esperado que la justicia fuese más rápida”.

 

¿Pedido de endeudamiento preventivo?

“Al futuro lo condicionamos en el presente”, aconsejó el diputado Omar Perotti, quien recuperó el centro de la escena -al menos discursiva- en el recinto cuando se trató la autorización para que el gobierno de la provincia pueda tomar endeudamiento por el monto de 1.150 millones de dólares, destinados al desarrollo de la obra pública en todo el territorio santafesino.

Maximiliano Pullaro tomará dinero en los mercados financieros -no en los organismos tradicionales de crédito: BID, Banco Mundial o CAF, como reprochara Perotti- por hasta mil millones de dólares, que será un tipo de deuda directa, externa y/o interna, con un plazo de amortización que varía entre los dos y los doce años, a una tasa de interés que podrá ser fija, variable o mixta, con pagos de intereses mensuales, trimestrales, semestrales o anuales, dentro del rango de las tasas promedio del mercado financiero para operaciones comparables.

Ante la advertencia opositora de no ser el mejor momento ni la oportunidad para tomar endeudamiento, el ministro de Economía, Pablo Olivares, hizo saber que “esas necesidades -crediticias- que vamos a ir atendiendo lo haremos en las condiciones que entendamos que son el mejor momento del mercado para hacerlo. Pero ya hay que estar preparados para cuando esas ventanas de mercado se den: eso significa tener la autorización legal, tener la autorización nacional, y ver la oportunidad de esa ventana de mercado. Es importante tener listos estos elementos para poder aprovechar el momento concreto”. O sea: no se preocupen que no haremos locuras.

El diputado socialista Rubén Galassi ejemplificó en la misma línea de Olivares que “son instrumentos para darse autonomías en el funcionamiento, ante la baja de la coparticipación nacional, y esta deuda no superará el 5 % del gasto corriente, por lo cual es más que asumible”, siguiendo la línea de razonamiento del jefe de la bancada, Joaquín Blanco, quien sostuvo que “para los que queremos obras públicas, y los que creemos que la obra pública genera derechos, estamos dando este paso”.

Omar Perotti, subrayando que el voto en contra no era por un mero capricho opositor, ya que en todo momento ponderó la necesidad de toma endeudamiento para infraestructura, aprovechó la ocasión para pasar el aviso de que en su gestión se proyectaron 2.500 obras, de las cuales 1.500 se terminaron y 1.000 se están terminando.

Con espíritu precavido y menos confianza en la gestión de Milei que la ya de por sí desconfiada de Pullaro, el exgobernador hizo hincapié en que “hay que tener pesos para poder juntar los dólares”, a la vez que recordó que “desde el 2016 al 2023 hubo tres devaluaciones (21 % 2018; 25 % en el 2019 y casi el 23 % en 2023) apuntando a que “Santa Fe nunca defolteó sus deudas, por lo cual goza de prestigio internacional”, agregando que por tal motivo no entiende “ni el apuro ni este monto”. Olivares ya le había contestado: se saldrá a los mercados cuando se crea conveniente, las más de mil obras públicas en marcha ya tienen financiamiento asegurado.

Nadie lo dirá en voz alta, pero en el peronismo subsiste una sarcástica convicción: Pullaro usará esa plata en el 2027 para su reelección; mientras sin dar ninguna señal hacia afuera, sin dar posibilidad a la oposición de prepararse para el tema, de sorpresa Unidos hizo el pedido de autorización de endeudamiento más grande, y en 29 días lo sacó. Una autorización sin fecha de vencimiento antes de la Constituyente y antes de las elecciones nacionales.

¿Qué más necesitará Unidos de la Legislatura hasta 2027?

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