Una vez más la ciudad debió soportar un fuerte fenómeno climático. Llovieron 80 mm en apenas 35 minutos y más de 100 en una hora. El total de agua caída desde la primera gran lluvia del 28 de diciembre es de más de 600 milímetros, un verdadero despropósito. Pese a la gravedad, solo seis personas debieron ser evacuadas ayer. Hoy la situación está prácticamente normalizada.

La lluvia parece ensañarse con la ciudad, ya que la cantidad de agua que viene cayendo en estos dos últimos meses es un despropósito total. Desde el pasado 28 de diciembre, cuando se desató la primera gran tormenta, cayeron más de 600 milímetros sobre la ciudad. Gracias al trabajo que se vino haciendo en estos últimos días y a la colaboración de muchos vecinos, que finalmente entendieron que no hay que sacar la basura cuando llueve, porque se tapan los desagües y que se debe mantener limpio el frente de la vivienda, los efectos de estos fenómenos climáticos se ven bastante morigerados. 

Ayer, tal como lo venía anunciando el Servicio Meteorológico Nacional, una fuerte tormenta se desató durante las primeras horas de la tarde. Tan así fue, que en solamente 35 minutos cayeron 80 milímetros y poco más de cien en el transcurso de la primera hora. También se registró una voladura de techo y el arbolado sufrió las consecuencias del por momentos, intenso viento. 

La Junta de Protección Civil estuvo trabajando desde el primer momento y se debió evacuar a un grupo de seis jóvenes de una vivienda, cuyo pozo ciego desbordó por la gran masa de agua que cayó, y en forma tan violenta. Fueron alojados en el Centro Integrador Comunitario (CIC) de Falucho y Vuelta de Obligado, y esta mañana ya pudieron regresar a su vivienda.

Como suele suceder en estos casos, muchos autos perdieron sus chapas patentes y en varios lugares de la ciudad el agua ingresó en las viviendas, a veces también como consecuencia del accionar desaprensivo de algunos automovilistas que circulan por arterias anegadas y con el oleaje que provocan, hacen que el agua se meta dentro de las casas. 

Más allá de todo esto, los trabajos de prevención y mantenimiento evidentemente vienen dando sus frutos, ya que poco después del intenso chaparrón del primer momento de la tormenta, el agua comenzó a circular rápidamente, de lo contrario, las consecuencias serías aún más graves.

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Laboratorio de Analisis Clínicos

Mario Maestu